Suena un despertador. Respiro hondo, y entre el olor a tostadas y a café que viene de la cocina descubro su olor. Ese olor tan dulce y fresco, con un toque de Cool Water. Abro los ojos, que aún se están acostumbrando a la claridad que se cuela por las rendijas de la persiana. Puedo notar su aliento tranquilo y sosegado sobre mi espalda, a la vez que unos dedos empiezan a acariciar mi pelo. Me giro para que mi sonrisa se encuentre con la suya. Despertares felices a su lado...
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