miércoles, 22 de agosto de 2012

9. Tus besos, la miel.

No quería separarme de él. ¿Significaba eso que me estaba enamorando? Sinceramente, siempre ha sido mi amor platónico pero nunca había llegado a más. Estaba confusa, pero era lo suficientemente madura como para hacer que no se me notase en absoluto.

Pablo aparcó el coche en frente de la heladería, que estaba a dos manzanas de mi casa.
Antes de bajar del coche nos miramos y sonreímos.
Caminamos juntos hasta la tienda. Pablo abre la puerta y extiende la mano, haciendo el típico gesto de "las damas primero".
—Gracias—Le sonrío.
Dentro olía estupendamente. Caramelo, café, nata, chocolate, menta, canela, vainilla... Aunque nada comparado con el olor fresco y perfumado que desprendía Pablo.
Era tarde, así que la tienda como era de esperar, estaba desierta.
—¿De qué le quieres?—Dice mirando todos los helados. Está tan cerca que el cristal que hay encima de los helados se empaña al contacto con su aliento.
Me quedo observando la escena. Niego con la cabeza. Aún no soy capaz de creérmelo.
—El de stracciatella está delicioso, pero hoy me voy a pedir el de Caramelo de Alborán, ¡a tu salud!—Me río.—En realidad es mi preferido.—Él levanta la vista de los helados para mirarme, y se ríe conmigo.
—¿Caramelo de Alborán? Suena muy bien, ¿no?
—Y sabe mejor. ¿Cuál vas a pedirte tú?
—Mmm...ese de flan tiene muy buena pinta.
—Es tu postre favorito, ¿verdad?
—Sí. En una entrevista me hice el interesante diciendo que eran las fresas con nata, pero no, es el flan. Soy así de simple.—Se ríe.

En ese momento entra el dependiente de la heladería por un pasillo que hay detrás del mostrador.

—Buenas noches, ¿qué desean?
—Hola, ¿nos pones dos helados, por favor? Uno de Caramelo de Alborán y otro de Flan.—Lo pide él.
—¿Cucurucho o tarrina?
Pablo me mira y me deja elegir a mí.
—Tarrina, por favor.—Decido, y Pablo vuelve a mirar al dependiente.
—Aquí tenéis.—Los deja encima del mostrador.

Pablo alarga los brazos y coge las dos tarrinas, una en cada mano.

—Cinco euros, por favor.
—¡Pago yo!—Dice Pablo, y me mira con cara triunfante.
—Si puedes...—Yo ya estoy metiendo las manos en los bolsillos para sacar mi cartera y pagar yo.
—¡No! ¡Marina, no! ¡Por favor, no vale!—Pablo se queja y pone cara de niño pequeño, mientras se mira el bolsillo del pantalón sin poder hacer nada porque tiene las manos ocupadas.
—¡Gané!—Le saco la lengua y me empiezo a reír.
El dependiente se ríe conmigo, y al final Pablo quita esa carita de pena para unirse a nuestra risa.
—Está bien...pero ni una vez más, ¿eh?—Me guiña un ojo.
—Sí, sí, lo que tu digas. Gracias.—Le digo al dependiente.
—A ustedes.
—Buenas noches—Dice Pablo, y salimos juntos de la heladería.

Esta vez soy yo quién le abre la puerta a él, que sigue sujetando las dos tarrinas de helado. Le hago una reverencia exagerándola para que pase, como me ha hecho él antes pero más grande, para picarle. Él suelta una carcajada.
Damos un par de pasos hacia la calle, pero nos paramos porque en realidad no tenemos hacia dónde ir.
—¿Me lo dejas probar?—Lo digo cuando ya casi estoy metiendo mi cucharilla en su helado.
—Sí, pero es mío.—Me lanza una mirada posesiva, pero la medio sonrisa que se le ha formado en la boca le delata.
—Tonto...
—¿Y de qué es el de Caramelo de Alborán? El nombre me gusta, me resulta familiar.
Me río.
—¿De verdad me lo preguntas? Fuiste tú quién hizo la receta.
—¿Si? Pues no lo recuerdo—Me sonríe, esperando a que se lo diga.
Yo meto la cucharilla en el helado y saco un trocito, para después comérmelo mientras vuelvo a clavar la cucharilla en el helado. Noto que se está fijando en mi boca.
—Canta conmigo.—Le sonrío— Besa, besa, besa, besa, besa, con un toque de ternura.—Pablo se sorprende, y me mira curioso—y roza mis labios con dulzura. Y me derrito en su boca, y sus ojillos me miran...
—Me vuelvo loco por ella...—Interviene él, cantando conmigo, clavando sus precioso ojos marrones en los míos.—Quiero, quiero, quiero, quiero, quiero, que me regale su cintura. Amarrarla en mi barca y navegar, y que nos lleven los vientos, donde nos quieran llevar...
Cantamos ese trozo los dos a la vez, perfectamente acompasados, llevando el ritmo. Él da un paso hacia mí, y yo me quedo en silencio, sin respiración.
—Sabor a caramelo, te adoro, te anhelo...—Cada vez está más pegado a mí.—Sentir la pasión, me derrites con tu olor...

Canta despacio, casi susurrando, mientras yo sigo en silencio. Ya no lleva el ritmo de la canción. De hecho, en cada frase para y respira profundamente. Siento su aliento sobre mi cara.

—Sabor a café es el sabor de tu piel...
Baja un poco la cabeza.
—Tus labios canela...
Estamos tan cerca que mi nariz roza la suya.
—Y tus besos...
Cierro los ojos y me dejo llevar.
—La miel... —Termina, en un susurro casi inaudible.

Es entonces cuando sus labios rozan los míos. Es entonces cuando me besa. Es entonces cuando su lengua se entrelaza con la mía. Es entonces cuando solo soy capaz de escuchar nuestras respiraciones. Es entonces cuando un escalofrío me recorre toda la espalda, e incluso diría que me tiemblan un poco las piernas. Es entonces cuando me siento la mujer más afortunada del mundo.
Me separo lentamente y le miro a los ojos.
Espera. No.

—Pablo...yo...yo n-no...—Doy un paso hacia atrás. Y otro más, pero sigo mirándole a los ojos.
—Marina, Marina.—Doy otro más—Lo siento, perdóname. —Y otro—Marina, lo siento.

Me giro, miro hacia la calle y sigo andado. Doy grandes zancadas.
¿Cómo podía haberme besado? No podía. Es mi ídolo. Y le quiero. Pero...¿cómo ha pasado? No puedo dejar que mi ídolo se convierta en algo más, aunque en el fondo me esté muriendo de ganas.
No puedo. Pablo está demasiado ocupado como para llevar una relación estable, ¿y conmigo? Es imposible. Además, ¿Qué pensarían mis padres? ¿Y mi hermano? Él le odia por encima de todas las cosas y no sé de qué sería capaz si me ve con él. Me haría la vida imposible.
—Marina....—Oigo detrás de mí.
Me llevo la mano a los labios, donde hace unos segundos me ha besado.

Y finalmente, es entonces cuando dejo de lado a la razón para hacerle caso al corazón.

2 comentarios:

  1. Hola,tus capitulos son fantasticos! Y que decir de este pues bien qe me encanto muchisimo! Besos

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    1. ¡Muchísimas gracias! Me alegro de que pienses eso :D En unos minutos subo el próximo.

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